No cojas cariño a tus productos
Es habitual ver cómo múltiples negocios dedican mucha pasión y cariño a productos o servicios que nunca ven la luz o terminan en el olvido en escasas semanas… Y es que es normal, muchas veces cuesta lanzar tu proyecto por ese miedo que tenemos a quedar en ridículo. Sin embargo, verás como enfocar tu plan de acción hacia un producto mínimo viable es un gran acierto.
Si estás en el mundo del emprendimiento o tienes una empresa, hay una lección que deberás aprenderte a fuego (si no lo has hecho ya ?): antes o después las cosas terminan fallando.
Eso no implica que el trabajo esté mal hecho o que la idea no sea genial, simplemente que tu producto final no es el adecuado en ese momento.
Por lo tanto, ¿qué sentido tiene dedicar horas de más a algo que no necesariamente va a funcionar mejor? Realmente no tiene sentido montar una mesa con 100 patas cuando con tres ya puede cumplir su función.
Mínimo y viable
Cuando comento con mis clientes desarrollar un producto mínimo viable, suele ser habitual relacionar algo mínimo con algo de baja calidad. Puede parecer que mínimo es algo que tiene muy pocas cosas y muy superficial, aunque lo único que expresa es que el producto incluye lo imprescindible para que sea viable y funcional.
Los requisitos mínimos los definimos nosotros, por lo que el producto nunca será malo o superficial si somos capaces de definir correctamente qué debemos desarrollar para cumplir las necesidades de nuestro público objetivo.
Si lanzamos un producto que no cumple con lo que promete, no tendremos un producto mínimo viable. Debe ser 100% funcional. En la imagen podemos observar un claro ejemplo de cómo se debería crear un producto mínimo viable.
Ventajas de pensar en un producto mínimo viable
01 Es más rápido y barato
La primera ventaja es obvia, si no malgastamos y dedicamos el tiempo estrictamente necesario para que funcione, el producto final será más barato y lo podremos lanzar mucho antes.
02 La hostia llegará antes
Aunque este punto no es de igual magnitud para todos los proyectos, antes o después siempre habrá algo a corregir. Por lo tanto, será mucho más sencillo adaptarte cuando no has metido la pata hasta el fondo.
Imagina que desarrollas una app de mensajería con una función super compleja que traduce en vivo a 10 idiomas lo que escribes. Será mucho mejor lanzar una versión simplificada con un sólo idioma y en función del feedback de tus usuarios ir ampliando y optimizándola.
03 Vover costará menos
Si te gustan los videojuegos seguramente habrás usado muchas veces los puntos de guardado. Cuando avanzas en una partida, conviene tener puntos a los que volver si mueres para no tener que recorrer el camino desde 0…
Esto mismo sucederá con tu producto. Si lanzas algo muy sofisticado y sobredesarrollado, será complicado saber en qué punto se torció todo y volver a un punto seguro se hará un infierno. Desarrolla el producto paso a paso y llega a esos puntos de guardado en los que sepas que el producto funciona al 100%.
04 El usuario te guía
Al final, el objetivo de una empresa es ser lo más rentable posible. Esto se consigue únicamente de una manera: haciendo feliz a tu cliente.
El desarrollo de un producto cambia totalmente si se desarrolla con usuarios reales y feedback de calidad. De lo contrario, estaremos dando palos de ciego… a veces acertaremos, ¿pero cuántas veces no?
05 Es más fácil
Si estás empezando o no dispones de recursos y conocimientos ilimitados, te resultará mucho más fácil empezar con algo simple. Una vez lanzado tu producto podrás empezar a recibir ingresos y te facilitará mucho más el desarrollar tu empresa.
Conclusión
Piensa qué debe tener como mínimo tu producto para satisfacer a tu cliente potencial y lánzalo. No pierdas horas puliendo detalles absurdos que nadie apreciará y nadie usará como tú crees.
Lanza algo simple y que funcione, ese debe ser siempre tu objetivo. Una vez que lo tengas, desarróllalo y mejóralo poco a poco hasta convertirlo en el mejor del sector.
Con esto conseguirás agilidad, gastar menos y sortear con mayor facilidad todos los problemas que puedan surgir. ¿Suena bien verdad?